domingo, 4 de octubre de 2020

The New York Times (periódico estadounidense)

Articulo del "El Enciclopedista", Enciclopedia Rosales: 

The New York Times (periódico estadounidense)

The New York Times es un medio de propaganda política obsoleto al servicio de los grandes capitales globales, los temas en los que se centra y el tono de las críticas e informaciones falsas que difunde si es necesario reflejan el punto de vista de las elites económicas globalistas sobre la sociedad estadounidense y el mundo. 

A medida que las elites globalistas masónicas han adoptado modelos de ingeniería social contra la sociedad tradicional, cuyos ataques se centran contra la religión, la familia, promoción de la transexualidad en niños, la agenda ideológica del Lobby LGTBIAQ, feminismo, aborto, destrucción de la familia, promoción del consumo de drogas, pedofilia y neo-comunismo, el panfleto ha tomado las banderas de la Extrema Izquierda. 

The New York Times sigue siendo propiedad de los Ochs, el periódico forma parte de The New York Times Company, dirigida desde el año 1997 por Arthur Ochs Sulzberger Jr. quien defendió la dictadura comunista en Vietnam y se opuso a toda lucha contra el comunismo por Estados Unidos. El 30 de enero de 2020 se dio a conocer que el multimillonario especulador financiero y terrorista social, George Soros promotor del aborto, la homosexualidad y la legalización de las drogas, compró acciones del periódico por un valor de 3 millones de dólares en el editor del New York Times, la primera compra de este tipo hace soros en más de una década. 

Soros compró 126 mil 400 acciones de New York Times Company a través de su organización Soros Fund Management LLC, su empresa de inversión. Según una presentación a la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) el mes pasado, las acciones valen 3 millones 46 mil dólares.

Según la misma presentación, Soros también invirtió dinero en Tribune Media Company y en Time Warner Inc. (dueños de la canal de propaganda política roja, CNN).

Con anterioridad Soros en 2007, había comprado acciones de The New York Times por 470 mil dólares. 

Historia

Fue fundado el 18 de septiembre de 1851 por Henry Jarvis Raymond y George Jones. Raymond fue también director fundador de la agencia de propaganda política masónica Associated Press en 1856, exhibiendo éste hecho una vez más la grave falta de pluralidad en las fuentes de información que rellenan la prensa mundial. 

The New York Times siempre ha estado ligado al Partido Demócrata, sin importar la ideología que dominara en el mismo. 

Por ejemplo, en sus inicios cuando el Partido Demócrata era promotor del Supremacismo blanco y la esclavitud de los negros, incluso ligados a la organización masónica anti-católica y racista Ku Klux Klan, el periódico sirvió para seguir otra Guerra Mediática después de la Guerra Civil Estadounidense.

The New York Times decía denunciar a los políticos que deseaban redistribuir parte de la propiedad de los esclavistas a antiguos esclavos (como el diputado Thaddeus Stevens y el senador Charles Sumner, acusados de ser "malos americanos"): "Tratar de justificar la confiscación de la tierra del sur por una supuesta necesidad de hacer justicia a los liberados está en realidad atacando las raíces de la propiedad", aseguraba el periodico en aquel entonces. 

En 2020, el racismo sigue siendo un distintivo de The New York Times, solo que ahora es racismo anti-blanco, con el cual impulsa agendas de subversión y conflicto social.

En 1896, el panfleto fue comprado por el hebreo sionista Adolph Simon Ochs Levy (hijo de fariseos migrados de Alemania), quien se convirtió también en su editor, bajo la dirección de Ochs Levy, el panfleto empezó a ser la fuente de información que se publicaba en otros panfletos propiedad de masones de origen hebreo en el mundo con ideología globalista y anticristiana distribuidos en una red mundial, siempre con intenciones de subvertir las sociedades "gentiles" con acusaciones, rumores o descaradas mentiras como parte de sus estrategias de guerra mediante desinformación y manipulación política de la sociedad, explotando el morbo, el odio o el simple ocio de los lectores para colocar su propaganda política.

Es el primer panfleto que desde las alturas del supra-capitalismo envolvente de todo, se auto-proclama falazmente como "periodismo objetivo" e "imparcial" en 1904. Siendo en realidad el más parcializado y prejuiciado de todos. 

Ochs Levy formaba parte de la junta ejecutiva de la llamada Liga Anti-Difamación, una organización farisea sionista que era tapadera de la logia masónica racista B'nai B'rith (Hijo sde la Luz), masonería exclusiva para personas que se ostentan como judíos o de manera fanatica y absurda como "pueblo elegido de Dios destinados a esclavizar a los demás pueblos gentiles", y quienes son totalmente intolerantemente anti-cristianos. La organización se dedica atacar, satanizar e incluso privar de la vida a toda persona que exhibe los delitos cometidos por la masonería sionista, frecuentemente para confundir acusan de "antisemita" a cualquiera que denuncie sus delitos. 

Siendo que "semita", es referente a los descendientes del personaje biblico, Sem, árabes, fenicios y hebreos, si los hebreos agreden o muestran prejuicios u odio racial contra árabes, fenicios o palestinos, la Liga Anti-Difamación no ve "antisemitismo" en ello, ni tampoco en los textos de odio del fundador del Sionismo Theodor Herzl.  Por lo cual "antisemitismo" no es más que un neologismo falso y vano usado para desprestigiar a sus adversarios por la masonería sionista. 

Adolph Simon Ochs Levy siempre disimuló como muchos otros hebreos sionistas su origen hebreo fariseo (otros dicen judío) ante la sociedad estadounidense, así como su pertenencia a la secta masónica, porque no queria despertar suspicacias y desconfianza ante el hecho totalmente anormal de que un "judío alemán" controlara la información que leían millones de estadounidenses y personas en el mundo. 

Ochs Levy, prefirió siempre publicar su nombre, como Aldoph Ochs, Aldoph, nombre de origen anglosajón. Se deriva del nombre personal del antiguo alemán Adalwuf, que se compone de los elementos "adal", que significa "noble", y "wulf", que significa "lobo", lobo-noble. También usando el apellido Ochs, que se puede confundir fácilmente por los ignorantes con un apellido alemán. Siempre ocultando de su nombre Simón, nombre claramente judío y Levy, apellido inconfundiblemente judío.  

La gente críticamente educada de los Estados Unidos fácilmente se podían cuestionar: ¿Con que derecho tenia la libertad de difamar a quien fuera éste extranjero? ¿A caso con el derecho que da el dinero de dudosa procedencia? ¿Es eso a caso la libertad de expresión? ¿Es el derecho del poderoso acumulador de riquezas de difamar y decir lo que quiera ante y sobre los débiles, crédulos e ignorantes? ¿De hacer sonar su voz por encima de la democracia, la moral y la reputación de las personas corrientes? Ochs Levy conocía perfectamente que su poderío en desinformación era ilegitimo.

The New York Times al igual que otros panfletos del globalismo masónico, es un periódico tiene por función principal el adoctrinamiento y el ataque político contra las masas. 

Adolph Simon Ochs Levy murió el 8 de abril de 1935 durante una visita a Chattanooga. Dirigió el panfleto durante 39 años, desde 1896 hasta su muerte en 1935.

Ochs Levy adquirió el periódico como parte de las ordenes dictadas por las elites del Supremacismo sionista global, que se reunieron en 1897 en Basilea, Suiza, para realizar el Congreso Sionista Internacional.  

El interés de las elites globalistas hebreas fariseas y saduceas, ha sido hacerse con el control de todos y cada uno de los medios de comunicación en el mundo. En ese entonces éste periódico y otros como The Washington Post fundado en 1877 en su principal objetivo, y con el tiempo se convirtieron en sus órganos de propaganda oficiales. 

El congreso fue celebrado en Basilea, Suiza, del 29 de agosto al 31 de agosto de 1897. Se considera como el primer congreso sionista públicamente celebrado de la Organización (OS) (que pasaría a ser la Organización Sionista Mundial (OSM) en 1960). La reunión fue organizada​ y presidida por el masón socialista y racista  Theodor Herzl,​ fundador del sionismo moderno. Ahí se dicto el Programa de Basilea, la fundación de la Organización Sionista Mundial, y la adopción del Hatikvah como su himno (primero como himno de Hovevei Zion y, posteriormente convertido en el himno nacional del Estado de Israel).

En 1991, ante la Comisión Trilateral, el masón multibillonario David Rockefeller, lider del CFR, del Club Bilderberg, entre otros centros de poder y Think Thanks como la Fundación Rockefeller, la Universidad Rockefeller, dueño de las cadenas de TV como NBC, grandes petroleras derivadas de la Standard Oil, expresó su agradecimiento a The New York Times por mantener a la gente desinformada: 

"Estamos muy agradecidos a The Washington Post, The New York Times, Time Magazine y otras grandes publicaciones cuyos directores han asistido a nuestras reuniones y respetado su promesa de discreción por más de 40 años... [desde 1951] Hubiera sido imposible para nosotros desarrollar nuestro plan para el mundo si hubieramos sido objeto de las luces de la publicidad durante todos esos años. Sin embargo, el mundo ha evolucionado y está más preparado para avanzar hacia un Gobierno Mundial. La soberanía supranacional de una élite intelectual (comunista) y de banqueros mundiales es seguramente preferible a la autodeterminación nacional [Estado Nación] practicada en siglos pasados..." -declaró David Rockefeller, ante la Comisión Trilateral, en 1991, véase "Social Movements for Global Democracy" by Jackie Smith, Professor Jackie Smith, pagina 73, y Mass Surveillance and State Control: The Total Information Awareness Project by Elliot D. Cohen, fin de cita.

En 1897 en panfleto The New York Times, acuño el lema: «All The News That's Fit To Print» («Todas las noticias aptas para ser publicadas»), que suele interpretarse como un ataque a sus competidores neoyorquinos (el New York World y el New York Journal America) a los cuales satanizó como amarillistas.

Lo cierto es que The New York Times contrario a lo que dice su lema, la realidad lo expone como el periódico más censurado del mundo, con base a los criterios de lo políticamente correcto, o de lo que es conveniente o no a las elites del globalismo o del Partido Demócrata y su ideología de Extrema Izquierda, siendo lo que aparece en sus paginas no información apegada a los criterios del periodismo, sino a los criterios de una ideología política intolerante, es así que por ejemplo: Barak Obama inició más de 7 guerras en las que murieron millones de personas como consecuencia, pero para The New York Times, Obama es Premio Nobel de la Paz. 

Poco antes de 1904, la sede del panfleto se mudo a una nueva torre en la calle 42, el área tomó el nombre de Times Square en 1904. Nueve años después, el Times abrió un anexo en el 229 de la calle 43, su actual sede, vendiendo finalmente la torre Times en 1961. 

Injerencismo Extranjero en Golpes de Estado, participación en Terrorismo, Propaganda y Guerras Psicológicas: 

Después de la barbarie del Golpe de Estado en Rusia en el año de 1917, dado contra el Zar, por hebreos, masones y comunistas  bolcheviques, líderados por Lenin (Vladimir Ilich Ulianov), lideres sociales del pueblo ruso, se alzaron en armas contra la tirania de los bolcheviques. 

El periódico The New York Times tomo partido por apoyar a los bolcheviques, y envió a su corresponsal Hebert Matthews para limpiar la imagen de los comunistas ante el pueblo de los Estados Unidos que eran simpatizantes de los rusos anti-comunistas encabezados por los generales Antón Ivanovitch, Deniken, Kolchak, Wrangel y Yudenitch..

Con fecha del 7 de mayo de 1918, The New York Times publicó que que la revolución soviética estaba siendo difamada profundamente, y afirmó que no eran comunistas los bolcheviques, que no había nada que temer, que una encuesta indica que Lenin, Trotsky, Stalin y otros son anticomunistas", una de las más grandes mentiras publicadas por The New York Times.  

El periódico, de ese modo, repitió sus mentiras en favor de los bolcheviques, haciendo que el pueblo de los Estados Unidos no exigiera enviar a apoyo para la resistencia rusa al comunismo, y de ese modo, ocasionaron el asesinato de los rusos anticomunistas, y la creación de la tiranía más horrible en Rusia, que asesino más de 53 millones de personas, ayudados por The New York Times. 

Durante la Guerra Civil Española en mayo de 1937, se formó en Estados Unidos grupos de apoyo a los criminales comunistas, anarquistas y masones republicanos en España que estaban asesinando a poco más de 250 mil 000 católicos españoles por motivos de persecución religiosa, uno de los grupos más famosos se hizo llamar: Comité de Norteamérica para la Ayuda a la Democracia Española, donde intervinieron Louis Mann, Albert Einstein, la organización farisea Conferencia Central de Rabinos de Estados Unidos igualmente apoyó la dictadura Comunista en España, por su parte The New York Times envió a Herbert L. Mattews, como el Chicago Tribune a Ernest Hemingway, para publicar informaciones falsas, que fueran favorables a los criminales comunistas que deseaban imponer una dictadura en España. 


Dictadura en Cuba, 20 años después, The New York Times publicaba propaganda a favor del criminal guerrillero comunista Fidel Castro Ruz, Ernesto El Che Guevara, Raúl Castro Ruz, entre otros terroristas.

Herbert Matthews otra vez representando a The New York Times entrevistó a Fidel Castro Ruz en su escondite en la sierra (extraño que supiera exactamente donde encontrarlo), la entrevista se resume en una larga aclamación de Matthews sobre el criminal Fidel Castro, como un adalid de la democracia, la libertad y la justicia. Y afirmó que no era comunista. 

La propaganda de The New York Times fue copiada y magnificada por otros diarios y revistas de la misma red masónica, la Sociedad Interamericana de

Prensa y las agencias desinformativas de Prensa (Reuters, AP, AFP, etc.), pintaron a ladrones y asesinos como héroes.

Manipulada ya la "opinión pública" en realidad la opinión impresa —es decir, FALSA—, engaño al pueblo de los Estados Unidos, quienes no podían ver el tumor socialista que se estaba creando cerca de su territorio nacional, ni el apoyo que estaba recibiendo Fidel Castro desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, como confesó el Embajador de Eisenhower, Earl T. Smith, quien arrepentido reconoce que presionó a los jefes militares para que negociaran con Castro Ruz. Conseguido esto, el propio Smith se entrevistó con Batista y con el ministro de Relaciones Exteriores. En su libro, asegura que "Él embajador pidió disculpas por lo que iba a decir y nos dijo... que Washington consideraba terminado mi Gobierno", declaró Batista. 

Finalmente el gobierno cayó y gran parte del pueblo cubano ignorante de los acontecimientos internos creyó falsamente hallarse ante un cambio social beneficioso con Fidel Castro, y lo aclamaron, sin saber que seria su verdugo.

Detrás de todo ese teatro gigantesco resurgió en Cuba el Partido Comunista y los líderes rojos se acomodaron en el ejército, en las centrales obreras y en toda la administración del país. 

Los comunistas celebraron con matanzas colectivas de prisioneros y luego con ejecuciones sumarias de más de 600 prisioneros, pero de eso ya nada importó a The New York Times, que ha sido cómplice en golpes de Estado, y operaciones terroristas, como en mentirle a sus lectores.  

El periódico que abiertamente ha favorecido los intereses de criminales dictaduras comunistas, y masones de Extrema Izquierda Narcotraficante en América Latina, siempre busca desligarse del comunismo, diciendo que apoyo la caída del izquierdista Juan Bosch en 1963. Lo cierto es que The New York Times desde su posición globalista y supra-capitalismo, es decir, el capitalismo que está por encima de los partidos políticos, por encima de la prensa, los países, las empresas y los gobiernos, se enfoca en defender la Extrema Izquierda Socialista, lo cual no excluye que pueda cambiar su retorica de ataque si así conviene a sus intereses. 

En 1963, el periódico se pronunció a favor del golpe de Estado contra el presidente dominicano Juan Bosch. Bosch, era el primer presidente elegido con apariencia democrática en Republica Dominicana desde el derrocamiento de Leónidas Trujillo, Bosch dirigió una política reformas comunistas que siguieron a la dictadura cubana de Fidel Castro Ruz, la cual fue protegida y aplaudida por The New York Times.

The New York Times aplaudió los crímenes del dictador comunista Iosef Stalin

 Walter Duranty, corresponsal del diario que se había hecho famoso por sus entregas sobre la Primera Guerra Mundial, fue enviado a Rusia a cubrir el nacimiento de la Unión Soviética un par de meses antes de la llegada de Lenin al poder. Durante años cubrió la fuente rusa, alabó el primer plan quinquenal de Stalin de colectivización de las tierras, ese mismo que causó el Holodomor, una hambruna que mataría al menos a ocho millones de ucranianos. Pese a esto, para Duranty lo que estaba ocurriendo en Rusia era fantástico, y así se lo reportó en Estados Unidos. Tanto que sus crónicas sobre la “fantástica” revolución soviética le valieron el Premio Pulitzer en 1931. «Cualquier informe de hambruna en Rusia es hoy una exageración o propaganda maligna. No hay hambre o muertes por inanición», aseguró el periodista tras recibir uno de los máximos galardones del periodismo.

En la década de 1970, la KBG logró con éxito una campaña de desinformación llamada “Operación Tucán”, en la que infiltraron diversos periodistas en The New York Times con el propósito de proteger a los aliados rojos. El periódico estaba al tanto, pero por si eran descubiertos la coartada era que el periódico había sido "inocentemente" infiltrado por comunistas. Cuando la realidad es que nadie publica en The New York Times sin saberse su historial a favor del comunismo y ser desprovisto de toda ética y respeto por la verdad. 

En 1976, el periódico publicó 66 artículos sobre supuestas violaciones a los derechos humanos por el gobierno de Augusto Pinochet en Chile, indicando de manera alarmista que se produjeron aproximadamente unos 3 mil desapariciones y asesinatos en dos décadas. 

Mientras tanto, los genocidios comunistas, fueron silenciados o minimizados por The New York Times, no hablo de las masacres del Partido Comunista Chino, ni de las masacres en Rusia, solo publicaron 4 artículos bastante tibios sobre los Jemeres Rojos de Camboya, el partido comunista encabezado por el dictador Pol Pot, quien lideró un genocidio contra su propia pueblo, con más de dos millones de camboyanos asesinados en menos de 5 años. En promedio, los comunistas asesinaban 400 mil personas por año, mientras que el régimen de Pinochet desapareció o asesinó a unas 150 criminales comunistas anualmente, pero para el diario neoyorkino era 16 veces más grave lo de Chile, a pesar de que los comunistas asesinaban en tres horas, lo que el régimen de Pinochet en todo un año.

The New York Times le cantó Feliz Cumpleaños al masón satanista Karl Marx autor de panfletos como El Capital y El Manifiesto Comunista, cuya publicación fue pagada por la Banca Rothschild, dogmas de odio y destrucción que azuzan el odio de clases y cuya ideología a matado a poco más de 150 millones de personas en el mundo: 

En 2018 publicaron un artículo felicitando al padre del comunismo con el título Happy Birthday, Karl Marx. You Were Right!, impulsando bajo su prestigioso nombre las cancerígenas ideologías de izquierda, atacando de manera constante al sistema económico que le ha permitido crecer como empresa de propaganda improductiva, expandirse y sostenerse en el tiempo, con una nómina robusta y bien pagada.

El 5 de mayo de 2018 el diario de Extrema Izquierda The New York Times le deseó un feliz cumpleaños y publicó una columna de opinión indicando que «tenía razón» el predicador del evangelio del odio de clases y las revoluciones violentas del comunismo. 

La columna indica que «el factor clave en el legado intelectual de Marx en nuestra sociedad actual no es la filosofía», sino la «crítica», o lo que describió en 1843 como «la crítica despiadada de todo lo que existe». No es otra cosa que ser un quejumbroso de la única realidad posible desde una realidad imposible que sirve de cebo al malestar social, el odio de clases que azuza la violencia y la ruptura de toda forma de dialogo posible entre seres humanos.

The New York Times encubrió el genocidio en Ucrania conocido como Holodomor:

Walter Duranty, el corresponsal del diario en Moscú, ganó el premio Pulitzer, el mayor galardón para el periodismo corrupto, fue premiado gracias a negar el hambre masiva padecida por los ucranianos que ocasionó la muerte de millones.

Duranty escribió que  «cualquier informe sobre una hambruna en Rusia es hoy una exageración o propaganda maligna», y que «no hay hambre o muertes por inanición, pero hay una gran mortalidad por enfermedades debidas a la desnutrición». Con ésto The New York Times encubria la muerte de 10 millones de personas, y que las hambrunas del comunismo obligaron a los ucranianos a practicar el canibalismo con sus propios hijos.

La mentira de The New York Times fue exhibida cuando se encontró un comunicado a la Embajada Británica, al igual que en una carta a su colega comunista Eugene Lyons, informó que la población ucraniana fue «reducida», indicando que entre seis y siete millones perecieron. Alegó que «las condiciones son malas, pero no hay hambre … Pero, para decirlo brutalmente, no se puede hacer una tortilla sin romper huevos».

Es decir, por la revolución comunista, justificaba crímenes de lesa humanidad. Por ello, Duranty pasó a ser conocido como el «tonto útil» número uno de Stalin, líder de la Unión Soviética en ese entonces.

Duranty no se limitó a ocultar los crímenes del socialismo, también denunció abiertamente a quienes escribieron sobre la hambruna. Los acusaba de propagandistas «antibolcheviques» y de «reaccionarios». Por ejemplo, cuando el cardenal Innitzer de Viena pidió auxilio internacional, luego de anunciar que la hambruna ucraniana estaba cobrando la vida de millones de personas, lo cual llevó a los sobrevivientes a cometer infanticidio y canibalismo (fenómeno que sucedió antes en Rusia bajo el régimen de Lenin, y con Stalin durante la Segunda Guerra Mundial), Duranty, a través de The New York Times, replicó con entusiasmo burlandose de las victimas, la respuesta oficial soviética: «en la Unión Soviética no tenemos caníbales ni cardenales».

También lo hizo el diario cuando Fidel Castro subió al poder, al igual que cuando falleció. Pero la más grotesca fue en agosto del año pasado, cuando publicaron un texto indicando que «por qué las mujeres tenían mejor sexo bajo el socialismo«, alegando que mientras más garantías le da el Estado a la mujer, más goce sexual tiene.

Desde luego, la columnista que idealizaba la «nostalgia roja» desde la comodidad de EEUU, no vivió la escasez de anticonceptivos en Venezuela que abrió un mercado negro para píldoras abortivas, ni los infanticidios de madres rusas que llegaron incluso a matar a sus hijos menores o bien para que no murieran de hambre o para alimentar a sus hijos mayores con su carne en los tiempos de Lenin.

Por ello, se atreve a asociar el placer con la «tranquilidad» de la dependencia estatal, en lugar de la libertad de elegir cuándo, cómo, con quién y dónde tener relaciones sexuales; olvidando que la libertad de movimiento es la primera que se suprime bajo el socialismo.

The New York Times se niega completamente a reportar como las personas huyen de sus países ante las dictaduras comunistas, caso trágico es el que se ve en los balseros cubanos, experiencia que sintetizó el filósofo Revel: “Lo que marca el fracaso del comunismo no es la caída del Muro de Berlín en 1989, sino su construcción en 1961. Era la prueba de que el socialismo real había alcanzado un grado de descomposición tal que se veía obligado a encerrar a los que querían salir para impedirles huir”.

TERAPIA DE REPARATIVA PARA DEJAR LA HOMOSEXUALIDAD Y PASAR A LA HETEROSEXUALIDAD EN THE NEW YORK TIMES EN 1971:

Hoy en día pensar que el panfleto de Extrema Izquierda LGTB+ pudo alguna vez escribir sobre la terapia reparativa parece imposible. Pero en 1971 cuando el LGTB no estaba tan politizado se admitían reportajes de importantes avances en el tratamiento psicológico de la homosexualidad. 

El articulo se tituló: Más homosexuales pudieron convertirse en heterosexuales escrito por Jane E. Brody. 

En el se explican diversos tipos de terapias y cifras notables de éxito. 

https://pro-lgbt.ru/es/1896/

Los cambios radicales en esto se originaron a partir de 1973 con la manipulación política de la APA.

The New York Times citó recurrentemente las previsiones anti-científicas y apocalípticas de Paul R. Ehrlich sobre que la humanidad se extinguiría por un desastre climático en 1989.

The New York Times mintió sobre el cambio climático, y es obligado a admitir su error, aunque Wikipedia no lo registra, como ninguno de sus delitos o informaciones falsas:

El martes 8 de agosto salió un artículo en el periódico The New York Times con un título provocador: «Los científicos temen que Trump descarte un informe contundente sobre el cambio climático«. Actualmente, ese mismo texto tiene una nota al pie con una corrección posterior a la fecha de publicación indicando que el informe que menciona en el título no fue publicado con las características indicadas por el medio. Es decir, el periódico emitió una Fake News pero se niega admitir, que no revisó su información antes de publicar. 

The New York Times y la caricatura que ofendió al Sionismo Internacional, a grados imperdonables:

El 11 de junio de 2019, el periódico The New York Times uno de sus arrebatos de odio y prejuicios contra el Presidente Donald Trump publicó una caricatura en que pinta al Presidente Donald Trump como un invidente, con grandes gafas negras siendo guiado por un perro con la cara de Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, con una estrella de 6 puntas azul al cuello.

Inmediatamente las elites sionistas protestaron contra su propio periódico y anunciaron que el periódico no volverá a publicar caricaturas en castigo a ésta caricatura que fue señalada como antisemita.

James Bennett, responsable de la página editorial del rotativo, informó a través del Twitter corporativo del NYT de esta decisión que estuvo "en consideración durante un año", aseguró que seguirá invirtiendo en "periodismo visual" y agradeció su trabajo a los caricaturistas internacionales Patrick Chappatte y Heng Kim Song.

El hecho exhibió como es que el periódico más irrespetuoso, y difamador de la Izquierda, no puede hacer ninguna crítica al Estado de Israel, ni siquiera para ofender al Presidente Donald Trump, al cual odian profundamente.

The New York Times distorsiona la columna del senador republicano Tom Cotton:

El editor de las columnas de opinión, James Bennett dimite tras permitir que el senador republicano Tom Cotton publicará una nota donde expresa que su opinión está a favor de desplegar el Ejército ante los delitos de incendio, saqueo y homicidio, que han realizado los vándalos que se hacen pasar por manifestantes contra el “racismo”.  

La columna apareció titulada como “Enviar las tropas”, por Tom Cotton, pero a pesar de ser los medios supuestamente espacio plurales, algunos lectores, dijo el mismo periodico, no quieren escuchar ninguna opinión diferente, quieren que el periódico solo diga cosas en contra del presidente Donald Trump, y a favor de los vándalos.

En su artículo de opinión, Cotton argumentó que el presidente Donald Trump debería invocar la Ley de Insurrección de 1807 para desplegar a los militares en todo el país para ayudar a la policía local con los disturbios provocados por la muerte con tintes racistas de George Floyd mientras estaba bajo custodia policial en Minneapolis.

Bennett terminó diciendo que no leyó la columna de Cotton antes de ser publicada. Que de haberla leído no se hubiera publicado, es decir, el periódico censura toda opinión diferente, que no sea conforme a la extrema izquierda terrorista.

Bennett fue sustituido por la corrupta Katie Kingsbury, quien aseguró que no permitirá que el periódico diga ninguna opinión diferente.

Polémica con Carlos Slim, dueño de Grupo Carso:

The New York Times se dijo por algunos medios que había sido comprado por el millonario libanes-mexicano Carlos Slim Helú, sin embargo en 2017 se dio a conocer que el empresario vendió sus 521.500 acciones por apenas 10 millones de dólares, según informó la Comisión de Valores de Estados Unidos.

The New York Times es un medio obsoleto, que tiene su origen el remoto siglo 19, sobrevive hoy pese a la existencia de cadenas de televisión y redes sociales, subvencionado por intereses corruptos. 

The New York Times difundió Fake News sobre supuesta "colusión" entre Trump y Rusia, junto con otros periódicos y cadenas de TV anti-Trump como la CNN:

Finalmente en 2016, The New York Times como una nota trivial, publicó que el FBI no pudo probar relación entre Donald Trump y el Gobierno de la Federación Rusa. 

The New York Times no se disculpo por hacer del tema sus portadas todos los días, por más de un año, y silenciar los escándalos de corrupción de Hillaruy Clinton, sobre el manejo de correos electrónicos con información de alta seguridad. 

The New York Times encubre mentiras pronunciadas por el candidato demócrata Joe Biden:

En 2020, Joe Biden quien dijo estar dispuesto a quitar el financiamiento a la policía, como le exige la organización terrorista Black Lives Matter, acusó a Donald Trump de decir que el iba quitar el financiamiento a la policía, es decir, lo que él habia dicho en realidad. The New York Times, no denunció la mentira pronunciada por Joe Biden contra Trump. Sino que le dió difusión con la intención de esperar que algunos cayeran en el engaño. 

En realidad Trump prometió aumentar en más de 300 millones de dólares el financiamiento a la policía. 

En octubre de 2020, Joe Biden afirmó que habían muerto por el Virus del PCCh más de 6 mil 114 militares, cuando en realidad solo habían sido 7. 

Así mismo The New York Times siguió llamando manifestaciones pacificas a las agresiones en calles contra comercios, por supuestos manifestantes contra el "racismo". En otras ocasiones alegó que se trataban de infiltrados, pero sin dar ninguna prueba de sus afirmaciones.  

The New York Times sobre Venezuela:

Para el periódico de extrema izquierda, los venezolanos estuvieron abandonados hasta que el heroico, y siempre bien intencionado Hugo Chávez, irrumpiera en en 1998, denunció el periodista Luis Henrique Ball, en su articulo: La tragedia de The New York Times.

Quien escribió lo siguiente, sobre la forma de mentir de The New York Times al servicio de una dictadura que practica crimenes de lesa humanidad contra millones de personas:

(...) Durante quince años los reporteros y editores de The New York Times han transmitido la impresión de que Venezuela era una economía capitalista antes de que llegara el maravilloso paraíso socialista de Hugo Chávez. Pero estos periodistas son hombres honorables. Todos hombres honorables. [Dice con sarcasmo, que la gente de The New York Times, son mentirosos y por tanto deshonestos].

Human Rights Watch, la Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos, el Departamento de Estado de Estados Unidos, y el Parlamento Europeo, se han pronunciado sobre la pérdida total de independencia judicial en Venezuela. Durante las dos últimas elecciones presidenciales, la Unión Europea ha rechazado de plano enviar observadores, manifestando claramente que el gobierno de Venezuela no procuraría un entorno adecuado para que los observadores hicieran su trabajo.

Pero The New York Times y sus editores siguen haciendo referencia a la elección legítima de Maduro como líder de Venezuela, y sabemos que todos ellos son hombres honorables.

Encontrar evidencias de la participación cubana en la administración de Venezuela es bastante fácil. El diario más prominente de España, El País, ha producido una extensa serie de artículos muy bien documentados sobre ese tema en concreto. Cualquier abogado venezolano puede proporcionar amplia evidencia de las normas, leyes, y tratados ahora vigentes que permiten a oficiales policiales y personal de seguridad cubanos portar armas en Venezuela, e incluso hacer arrestos dentro del país. Cualquiera que lo intente, puede obtener fácilmente copias de contratos otorgados a compañías estatales cubanas para la automatización de los sistemas de identificación nacional y pasaportes venezolanos, el registro de la propiedad comercial, y todas los notarías.

Pero los reporteros de The New York Times en Caracas aseguran que los líderes de la oposición «ofrecen pocas evidencias firmes para apoyar sus sospechas» de la intervención cubana.

Cuando el último presidente realmente democrático de Venezuela, Rafael Caldera, un hombre de la izquierda que gobernó con una coalición de partidos socialistas, cedió la banda presidencial a Hugo Chávez en enero de 1999, Venezuela atravesaba su peor crisis económica en un siglo. El precio del petróleo, factor clave para la economía entera, caería aquel año hasta los US$7 por barril.

Para el año  2005 el precio del petróleo se había recuperado, y alcanzó lo que entonces fue su nivel histórico más alto. Fue esta enorme lluvia de petro-dólares la que permitió a Chávez, y ahora a Marduro, declarar una reducción de los niveles de pobreza. Sus cacareados programas sociales son cáscaras vacías. Son gigantescas Pueblos Potemkin con los que han engañado a Walter Durantys modernos, y a los que se han dejado engañar. Si alguno de los predecesores de Hugo Chávez, cualquiera de ellos, hubiera disfrutado de la misma cantidad de recursos, Venezuela se habría catapultado a la prosperidad. Chávez y Maduro han conseguido lo contrario.

El periódico francés Le Monde es una pieza importante de la izquierda francesa. Algunos lo consideran casi el diario oficial del Partido Socialista francés. Sus editores han publicado recientemente un editorial que finaliza así: «Uno debe tener en cuenta el ‘Exotismo Latino’ para comprender por qué ciertos intelectuales franceses le encuentran algún encanto al ‘chavismo’. Sobre todo porque este movimiento, ya sea bajo Maduro o bajo Chávez, cercena las libertades públicas, amordaza a parte de la prensa, y maltrata a toda la oposición. En realidad el ‘chavismo’ se ha convertido en una pesadilla».

The New York Times, otorgando el mismo peso a la opinión de Nicolás Maduro que a la del encarcelado líder opositor Leopoldo López, cuyo artículo publicara ese medio la semana pasada, ha provocado un grave daño a la causa de la democracia y la prosperidad en América Latina. Uno se pregunta a quién leeremos la próxima vez en las páginas de opinión del Times. ¿A Bachar El-Assad, tal vez?. (...) fin de cita, denunció.

En 2019, The New York Times difamó al Ejército de Colombia, en favor de los terroristas narcotraficantes de FARC's Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el ELN quienes han asesinado en Colombia a más de 220 mil personas, y en el mundo millones con el transporte y comercio de cocaína a Carteles de la Droga como el Cártel de Sinaloa en México. 

Ante las calumnias el Gobierno colombiano rechazó el reportaje de The New York Times en el que se señala que presuntamente habrían presiones a militares para duplicar las bajas en combate asesinados por los marxistas.

La Cancillería colombiana y el Ministerio de Defensa enviaron un documento dirigido a la editorial del medio estadounidense calificando el trabajo del periodista Nicholas Casey de ser “parcializado y distorsionado”.

A juicio del canciller Holmes Trujillo y del ministro Botero se trata de “(…) una visión tendenciosa, parcial y distorsionada de los esfuerzos que el Estado colombiano y su Ejército hacen para estabilizar los territorios y consolidar el orden y la seguridad, como también para proteger a la población y los derechos y las libertades”.

La nota titulada ‘Las órdenes de letalidad del ejército colombiano ponen en riesgo a los civiles, según oficiales’ , hace referencia a unos supuestos incentivos en el Ejército colombiano para mejorar sus resultados operacionales, los cuales podrían revivir los llamados ‘falsos positivos’. Este escándalo al interior de las fuerzas militares que salió a la luz pública en 2007 ha destituido a más de 20 militares y tiene a otros altos mandos investigados y sentenciados penalmente.

Mientras tanto los narcotraficantes y asesinos de FARC's se fortalecen con la ayuda de la prensa que debilita al Ejército y la Policia. Los terroristas no destituyen a ninguno de sus cómplices nunca. 

El documento también explica que el reportaje sugiere que el Ejército colombiano ha estado recibiendo «instrucciones contrarias a nuestra Constitución y legislación, igual que de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario”.

De igual modo, criticaron el soporte probatorio en el que se elaboró la nota, pues aseguran los altos funcionarios que la conclusión es que a los militares se les dio instrucciones de matar. “Se llega entrevistando a oficiales cuyos nombres no aparecen en los documentos, y se citan documentos por The New York Times que son parcialmente citados y tomados fuera de contexto”.

Los ministros manifestaron que el periodista «convenientemente» omitió detallar en su artículo «las respuestas» que dio sobre el tema el general Nicacio Martínez, comandante del Ejército.

The New York Times defiende al criminal dictador narcotraficante y asesino Nicolás Maduro Moros: 10 de marzo de 2019:

En medio del trágico acontecimiento que vive Venezuela con alrededor de tres días sin electricidad en más de 20 estados, el medio estadounidense The New York Times (NYT) decidió sacar a la luz pública un video – no televisado, aseguran –, en el que se evidencia cómo manifestantes encapuchados habrían presuntamente quemado los camiones con ayuda humanitaria que intentaron ingresar a Venezuela a través de la frontera con Colombia el 23 de febrero. En tal sentido, el régimen de Nicolás Maduro terminaría siendo “inocente” de las acusaciones hechas por el gobierno de los EEUU al respecto, recalcó una y otra vez The New York Times.

Cuando en realidad los encapuchados son gente de Nicolás Maduro que destruyeron la ayuda humanitaria para los venezolanos, ante el terror del criminal dictador de que sean ingresadas armas para que el pueblo de Venezuela se pueda defender de la dictadura militar iniciada por Hugo Chávez. 

El motivo de The New York Times es defender la dictadura narcotraficante de Nicolás Maduro y llevarle la contra al presidente Donald Trump, a quien odian profundamente. 

The New York Times es denunciado junto con otros medios por hacer propaganda a favor del comunismo por Spiro Agnew:

El 10 de octubre de 1973, dimitió el vicepresidente Spiro Agnew, difamado por los medios de comunicación por supuesto "soborno". 

Declaró en su discurso: "La gente que posee y gestiona los medios de comunicación de impacto nacional son judíos y, junto con otros judíos influyentes, han ayudado a crear una desastrosa política de Estados Unidos en Oriente Próximo. Todo lo que tenéis que hacer es comprobar quién crea y posee la política real y encontraréis una concentración de judíos mucho mayor de la que encontraréis en la población.

Cuando digo medios de comunicación de impacto nacional me refiero a las principales agencias de noticias, de encuestas, las revistas Time y Newsweek, el New York Times, el Washington Post y el International Herald Tribune. Por

ejemplo, el Sr. (William) Paley de la CBS es judío. M. Julian Goodman, que dirige la NBC, y hay un tal Leonard Goldenson en ABC. La Sra. Katherine Graham propietaria del Washington Post y el Sr. Sulzberger del New York Times. ¡Todos son judíos! 

Bajad el listón de esta manera.... no sólo con la propiedad, sino que bajad a los puestos de gestión y los discrecionales.... y encontraréis que a través de su agresividad y su inventiva, ahora dominan los medios de comunicación. No sólo los medios de comunicación, sino las comunidades académicas, las comunidades financieras, las fundaciones, en todo tipo de servicios muy visibles e influyentes que involucran al público, tienen ahora una tremenda voz.

Nuestra política en Oriente Medio, según mi opinión es desastrosa, porque ni siquiera es imparcial. No veo ninguna razón para que casi la mitad de la ayuda exterior que da esta nación vaya a Israel, a excepción de la influencia de este lobby sionista. Creo que el poder de los medios de comunicación está en manos de unas pocas personas.... no está sujeto al control de los votantes, sólo está sujeto al

capricho del organismo administrativo".

Supremacismo Sionista en The New York Times: Samuel Untermayer, declara el 7 de enero de 1933: "...los judíos son los aristócratas del mundo... Nuestra campaña es... el boicot económico contra todos los bienes alemanes, los envíos y los servicios... Lo que proponemos... persigue un boicot económico puramente defensivo que minará el régimen de Hitler y hará entrar en razón al pueblo alemán, mediante la destrucción de sus exportaciones, de las que depende su propia existencia...

Cada uno de vosotros, judíos y gentiles por igual... debéis negaros a comerciar con ningún vendedor o comerciante que venda cualquier producto de fabricación alemana o que patrocine a barcos alemanes o sus transportes".

The New York Times, manipulación de cifras y censura contra el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y el periodista Ciro Gómez Leyva:

El jueves, 5 de noviembre de 2020, las cadenas de televisión con sesgos a favor del Partido Demócrata como Univisión (Televisa en Estados Unidos), ABC, CBS y NBC, diariamente dedicadas a atacar al presidente Trump, censuran en vivo el discurso del Presidente Trump en que denunciaba un fraude electoral. 

En las pantallas aparecen periodistas deshonestos como el corrupto Jorge Ramos, diciendo que lo que dice el presidente Trump no es cierto, por eso cortamos ese discurso. 

En México, el periodista mexicano Ciro Gómez Leyva, presenta la nota en el canal 3 de Imagen Televisión comentando que eso es censura, y que la noche del martes, Trump tenia una fuerte ventaja sobre Biden con más del 80% de los votos contados. En los siguientes días, los números no cambian, pero de manera "extraña" y "sorpresiva" Biden iguala los votos de Trump, algo poco creíble. 

Pese a que Ciro Gómez Leyva no le dió la razón a Trump sobre un fraude electoral el periódico The New York Times lanza entonces una serie de ataques para desprestigiar al presentador de noticias Ciro Gómez Leyva diciendo que es un "influencer", "desinformador sobre las Elecciones en Estados Unidos", que tiene más de 2 millones de suscriptores en su canal de YouTube., en el articulo, en que se aprecia la furia y desesperación de The New York Times dice: "Elecciones en EE.UU. opacadas por las noticias falsas dirigidas a los latinos". 

El gran malestar de The New York Times también es porque Ciro Gómez Leyva reportó a diferencia de Televisa y TV Azteca, que hubo una manifestación a las afueras de la Casa Blanca, por miembros del grupo terrorista Antifa, y que podían estar armados, como han estado armados en otras ocasiones, ante ello, The New York Times furioso dice que no se encontraron evidencia de armas. 

Ciro Gómez Leyva no fue el único, prácticamente cualquier canal de YouTube o medio que reportó que hay anormalidades en el conteo de los botos, fueron satanizados como desinformación para latinos, por el periódico que representa los intereses del Partido Demócrata y Socialismo Narcotraficante de América Latina, The New York Times. 

La manifestación violenta de Black Lives Matter y Antifa contra la Casa Blanca el 4 de noviembre fue censurada por la mayoría de los medios de comunicación y redes sociales. 

https://www.youtube.com/watch?v=3KeITz_JYQE

El 2 de marzo de 2021, el multibillonario eugenesista y neomaltusiano Bill Gates anuncia que desea imponer al mundo un "Ministerio de la Verdad" para censurar opiniones diferentes en Internet. Uno de los pilares de esa tiranía de censura y desinformación seria The New York Times y la BBC. 

https://www.libremercado.com/2021-03-02/bill-gates-ministerio-verdad-microsoft-internet-verificadores-fake-news-6714523/

El 22 de marzo de 2021, The New York Times en alianza con The Open Society Foundatión de George Soros, la ADL (Liga Anti-Difamación) y la Network Contagion Research Institute, encabezado por Joel Finkelstein amenazan con hacer hasta lo IMPOSIBLE para prohibir de Internet la aplicación de mensajería Telegram. Pero éstas mismas organizaciones no piden prohibir Face Book y Twitter por ser espacio en que se organizan ataques de la extrema izquierda o por alojar pornografía infantil y abuso sexual.

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El periódico The New York Times declara: "Nos aseguraremos de que la plataforma de libertad de expresión TELEGRAM esté prohibida para siempre". 

No es un secreto que después de la criminal censura de Face Book, Twitter, Google, etc. contra todo aquello que no se adecua a su tiranía, se han migrado a Telegram, donde hay libertad de expresión. 

Por eso, ahora quieren censurar la red social de mensajería instantánea. 

The New York Times se ha comprometido a hacer todo lo que esté a su alcance para prohibir la plataforma de libertad de expresión Telegram en Internet.

En respuesta a la supuesta reciente oleada de ataques contra asiáticos, el periódico de extrema izquierda afirmó que los memes compartidos en Telegram y 4chan eran los culpables.

Cuando en realidad los culpables de ataques contra asiáticos, podría ser la histeria colectiva que han creado los medios y redes sociales con la falsa pandemia COVID-19.

Así que empieza la campaña de desprestigio de New York Times contra Telegram: En plataformas como Telegram y 4chan, los memes racistas y las publicaciones sobre estadounidenses de origen asiático han creado miedo y deshumanización, se queja The New York Times.

Con hipocresía The New York Times no considera que los dichos de Joe Biden llamando a 70 millones de votantes de Trump como "terroristas domesticos", tenga un efecto de causar, miedo y deshumanización de esas personas discriminadas por objeto de sus opiniones políticas. 

Quien está detras de ésta campaña de censura contra Telegram es la Open Society de George Soros, y la organización masonica sionista ADL (la denominada Liga Anti-Difamación, que es una tapadera de la masonería sionista Bnai B'rith).

Juntos coordinan una mafia denominada: Network Contagion Research Institute, encabezado por Joel Finkelstein.

La postura de The New York Times es HIPOCRITA, porque no pide que se prohíba Face Book, Whattsapp, o Twitter, que fueron usados por izquierdistas para organizar actos vandalicos criminales feministas, AntiFa, Anarquistas, o de Black Lives Matter. 

Y eso solo por citar algunos casos, si revisamos, se descubre que Twitter y Face Book están repletos de PORNOGRAFÍA INFANTIL, pero para el hipócrita panfleto The New York Times, la Liga Anti-Difamación, y para Open Societý Foundation de Goerge Soros, eso no parece ser importante, es sencillamente que esto no tiene ninguna importancia para ellos.

Facebook acumula 20,3 millones de denuncias por mostrar abuso sexual infantil, se informó el 3 de marzo de 2021.  

Siguiendo la misma logica, Face Book, y Twitter deben de DESAPARECER PARA SIEMPRE. 

Pero no vamos a ver al panfleto absurdo y en crisis The New York Times decirlo, porque su interes es censurarnos, acallarnos y perseguirnos. No luchar contra una injusticia tan clara como que Face Book es una red de pederastas y terroristas bienvenidos. 

Más de 20.307.216 millones de incidentes reportados relacionados con la pornografía infantil o el tráfico (clasificados como «material de abuso sexual infantil») fueron denunciados allí en el 2020. Es decir, Facebook representó casi el 95 % de los 21,7 millones de informes en todas las plataformas.

La distancia entre Facebook y las demás plataformas es abismal. Google citó 546.704 incidentes, Twitter tuvo 65.062, mientras que Snapchat reportó 144.095 y TikTok encontró 22.692.

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Conclusión: The New York Times pese a ostentarse como el adalid de la libertad de expresión y la verdad, es un medio sumamente corrupto, que no tiene ningún problema en mentir o distorsionar los hechos a favor de su ideología de dominación mundial. 

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